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Quizás aún no hayas escuchado hablar abiertamente del 6G. Esto se debe a que las empresas tecnológicas viven del presente y es el «ahora» lo que condiciona su valor y su trabajo. Pero es obvio que después del 5G llegará el 6G. Nokia o Siemens, por ejemplo, son dos de las marcas que han apostado, públicamente, por esta nueva tecnología. Esto se debe a que perdieron el tren del 5G y no quieren que les vuelva a ocurrir lo mismo.

6G: UN FUTURO NO TAN LEJANO

Solo para unos pocos, el 6G comienza a ser mucho más que un número y una letra. Por lo pronto, entre el 24 y el 26 del próximo marzo, se celebrará en Lapland (Finlandia) la primera gran cita internacional sobre el tema. En el denominado 6G Wireless Summit, al que acudirán representantes de marcas como Nokia, Ericsson, Telia, Qualcomm, Media Tek y Huawei.

Los gurús estiman que la nueva generación de telefonía móvil podría materializares entre 2030 y 2035 aunque nadie habla abiertamente sobre el tema porque cualquier filtración o información puede suponer la pérdida de millones de euros. Adelantarse a los competidores significa convertirte el rey del 6G.

LA ERA DEL «TERABITE»

A grandes rasgos, la futura conectividad multiplicará por 100 los mejores registros del 5G que en breve comenzará a ser una realidad para todos. «Posiblemente el 6G no supondrá un salto rupturista con el pasado inmediato, sino que se tratará de un evolución de lo que ahora conocemos como quinta generación», explican. Las velocidades de conexión se multiplicaran por cien, para pasar de los 10 gigabits que en breve conquistará el 5G para rondar el terabite por segundo (1 millón de megabites por segundo). Las latencias de la red también se reducirán en parecida proporción, para pasar del anhelado milisegundo a los 10 microsegundos. En ese entorno, los usuarios podrán descargarse y compartir de forma masiva vídeos de 16K o de 24K y aprovechar la integración de las bandas satelitales sin necesidad de situarse justo debajo de una antena.

LA IA ESTARÁ EN EL MÓVIL

Con el 3G descubrimos lo datos móviles y las infinitas posibilidades que esta nos ofrecía más allá de la voz. El 4G universalizó estos servicios y los puso al servicio de la sociedad. Con el 5G accedemos a la rapidez y al IoT permitiéndonos mejorar nuestras vidas gracias a la interconexión de objetos.

Así, «en el previsible 6G podemos presuponer que la inteligencia artificial tendría su sitio en los propios dispositivos o cosas conectadas, y no en el ‘cloud’ como sucede ahora», indica una de las mayores autoridades españolas en redes de telecomunicaciones móviles.

FINLANDIA AL FRENTE

Estamos acostumbrados a que sean las marcas chinas las que toman la delantera en cuanto a telefonía y nuevas tecnologías se refiere. Pero curiosamente en este caso, en la vanguardia del 6G no abundan los chinos, surcoreanos ni estadounidenses. Por ahora, Finlandia marca el paso, como ya hizo con el 2G. De aquí que la primera gran cita del 6G se dé en este país. En ese empeño, el gobierno de Helsinki puso en marcha, la pasada primavera, un programa nacional de 6G con un presupuesto, para los próximos 8 años, de más de 250 millones de euros.. Por su parte, China prevé comenzar a trabajar seriamente en la materia en 2020 con el objetivo de ponerla en valor en 2030.